Final de infarto en el Palacio de Deportes

Domingo, 27/01/2008 - 01:00
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El Unicaja se impuso al Polaris World C.B. Murcia por 70-73, aunque los locales mostraron gran resistencia, sobre todo a lo largo del último minuto


La jornada 19 de Liga ACB, que enfrentó al Polaris World C.B. Murcia y al Unicaja y se celebró en el Palacio de Deportes de Murcia, fue de todo menos tranquila. Los de Hussein le pusieron ganas y lucharon hasta el final, pero no lograron parar al gigante Unicaja, aunque a 21 segundos de que sonase la bocina la cosa estaba tan igualada que los dos tenían 70 tantos en su haber.

Los cinco polaristas que comenzaron el encuentro fueron Chris Thomas, Stephane Risacher, Jimmie Hunter, Federico Kammerichs y Juanjo Triguero. Por su parte, el quinteto inicial de las filas andaluzas estuvo compuesto por Carlos Cabezas, Jiri Welsch, Carlos Jiménez, Marcus Haislip y Daniel Santiago.

Un triple de Kammerichs, que el aro escupió a pesar de la buena trayectoria con la que iba, culminó la primera jugada del partido. A pesar de esto, el Polaris World no se desanimó y protagonizó dos minutos de escándalo, con un parcial de 8-0. El internacional argentino cogió el siguiente rebote, entró a canasta y metió. Acto seguido, un balón robado se materializó en el marcador con tres tantos más, sumados por Hunter. Después, otro triple, esta vez de Thomas, cerró el citado parcial. La defensa polarista se presentó compacta, impenetrable, pero Welsch, MVP de su armada, consiguió entrar y sumar dos tantos.

Los locales se dejaron ganar terreno a partir de entonces. El exceso de velocidad y las precipitaciones generaron la aproximación de ambos clubes. La defensa de casa se tambaleó y en ataque hubo fallos garrafales. Tanto es así que, en cuestión de dos minutos, el marcador se situaba 10-10. Sin embargo, el oportuno base norteamericano, anotó un triple que hizo que los visitantes no se fueran en el marcador.

Se echó de menos a Triguero, que estuvo desaparecido tanto en ataque como al rebote. De hecho, sólo sumó dos tantos y un rechace a su estadística. A pesar de todo, hubo momentos en los que se pudo entrever su genialidad bajo la canasta contraria.

Dos puntos de Hunter y un triple de Welsch cerraron el primer periodo con 21-17. Curiosamente, estos dos baloncestistas fueron los más valorados de sus correspondientes filas al final del primer cuarto. El polarista, con 7 y empatado con Risacher, mientras que el andaluz, que marcó la diferencia durante todo el encuentro, obtuvo 14.

El segundo periodo significó el debut de Lou Roe en las filas murcianas. Y lo hizo por todo lo alto, con un gran rebote que evitó que los visitantes se acercasen. Justo antes de ese rechace, Thomas encestó dos tantos, importantes en cuanto a que se convertirían en la única suma a su marcador a lo largo de los cuatro primeros minutos. Y es que los visitantes comenzaron con su exhibición a partir de entonces. Pasaron con creces a su rival y no se dejaron volver a pillar. Welsch encabezaba el espectáculo de la remontada, aunque el detonante, el que rompió el cuarto, fue Marcus Haislip, que anotó un triple limpio a partir del cual los suyos subieron el ánimo y volvieron a ir a por todas.

Dos de Ndong y otros dos de Sanders pusieron a los malagueños por delante. A partir de entonces, Unicaja supo mantener su situación de ventaja hasta los minutos finales del partido, cuando el Polaris World se reveló y consiguió empatar. Hasta entonces, una distancia pequeña pero constante alejaba a ambos conjuntos.

Destacó la actuación de Roe en su presentación. De hecho, fue él el que evitó que los de Scariolo se les fuesen del todo por medio de una jugada que rompió el parcial que había cambiado las tornas. La cosa fue así: el americano, bajo la canasta, tiró y lo erró, pero estuvo avispado y se hizo con el rebote y, desde esa misma posición, lanzó, pero esta vez sí que tuvo suerte. Otro que, aunque jugó poco, también estuvo bien, fue Opacak, que ayudó a su nuevo compañero en su labor de no dejar escapar a sus rivales con una de sus bombas.

Pero, a pesar de los esfuerzos polaristas, en las filas de Scariolo se apreciaba una constancia, un ritmo de juego y una perseverancia difícil de superar. En defensa sobresalieron Gabriel y Santiago, mientras que el líder del ataque seguía siendo Welsch, seguido de Kus. Los locales, por su parte, aún no habían dado lo mejor de ellos. Triguero seguía perdido, a Fajardo tampoco se le veía mucho y sólo Roe parecía estar del todo dentro del partido. Bueno, él y Risacher, que fue de los pocos que realmente demostraron su valía a lo largo del segundo cuarto.

En resumen, que se llegó al descanso con 33-40 después de un segundo parcial de 12-23. Casi nada…

No obstante, la segunda mitad llevó nuevos aires al Palacio de Deportes. Los malagueños desaprovecharon su primera jugada y, en el rechace, Hunter recibió una falta personal que se materializó en dos tiros libres que redujeron la diferencia a 5 (35-40). Acto seguido, se pudo volver a ver un momento Triguero. El valenciano se clavó en el parquet de la pista y no dejó pasar a Santiago, que, al final, acabó cometiendo falta en ataque. Pero, a pesar de los esfuerzos, los de casa no consiguieron alcanzar la puntuación de su rival, y la diferencia entre ellos siempre rondaba entre los 5 y los 7 tantos. Sin embargo, Thomas se encargó de poner fin a esto con dos tiros libres limpios, como la mayoría de las veces, que hicieron que le comenzase a temblar un poco el pulso a Unicaja. Risacher se aprovechó de esto. Él solo se paseó por el parquet, rotando y buscando el ángulo de tiro. Y al final lo encontró y dejó las cosas 41-42.

Sin embargo, la suerte estaba de parte de los visitantes, que se llevaron, acto seguido, un 2+1 de Ndong. Sin embargo, Thomas continuó con el tira y afloja y mantuvo la diferencia constante gracias a un buen tiro de dos. Fue entonces cuando llegó el momento de mayor tensión al Palacio. Una vez más, los árbitros protagonizaron el peor espectáculo del día. Primero, cuando dejaron pasar la falta en ataque que produjo Welsch a Risacher, después, cuando decidieron pitar personal a Triguero y seguidamente, cuando Thomas recibió ataque, pero se le pitó personal.

Los murcianos no decayeron, el espectáculo continuaba y no había otro remedio. Volvieron a estar muy bien Risacher y Hunter, seguidos de cerca por Roe. Además, hubo un ápice de esperanza cuando Triguero cogió un balón en el aire y anotó. Sin embargo, no fue a tiempo, ya que sólo consiguió que la cosa quedase 45-54. Pero es que, en el otro bando, Welsh estuvo espectacular. De hecho, su última canasta del tercer cuarto fue sobre la bocina y dejó el marcador 52-61 después de un parcial de 19-21.

Pero, como aún había posibilidades, la afición del Palacio mantuvo sus muestras de apoyo hasta el final. Y eso se notó. La posesión inicial fue polarista. Thomas sacó con un tiro largo a Roe, que estaba bajo la canasta contraria, esperando a recibir para anotar. Y así lo hizo. Después, una rigurosa personal del americano recién llegado sobre Gabriel, dejó las distancias tal y como comenzaron, ya que los dos tiros libres del malagueño fueron dentro.

No obstante, el polarista debutante no se achantó y siguió luchándola hasta forzar dos tiros libres. La cosa se mantuvo constante hasta que, a siete minutos del final del encuentro, Hunter metió un gancho, muy luchado, por cierto, y puso el percal 58-65. Pero lo que realmente devolvió la ilusión al Palacio fue el triple de Thomas cuando aún no se había llegado a los cinco últimos minutos de choque. Acto seguido, Risacher tuvo en sus manos la oportunidad de ponerse por delante, pero erró el triple, eso sí, por muy poco.

Fue entonces cuando llegó la verdadera bronca al Palacio. Y es los jugadores se pararon, pero Cabezas siguió jugando, anotó un triple y se dio por válido. Las cosas se volvieron a poner feas para los de casa, que continuaron su lucha. Dos puntos de Risacher y un 2+1 de Hunter dejaron el panorama 68-70 a falta de 57 minutos. Ndong, tras una falta de Triguero, lanzó dos tiros libres que no entraron. Entonces, el de Gandía se hizo con el rechace y pasó a Hunter, que entró y anotó dos.

Fue cardíaco. A 21 segundos del final del encuentro, y con el marcador 70-70. Estaba claro, todo podía pasar. Entonces, Jiri Welsch anotó uno de los dos tiros libres que le correspondieron tras una personal de Hunter, quien, en la siguiente jugada, se arriesgó con un tiro de dos que habría significado la victoria murciana. Pero la canasta escupió el balón. Casi literalmente. Lo escupió.

Con algunos segundos por delante, dio tiempo a que Sanders acertase dos tiros libres y a que Hussein pidiese tiempo muerto para aleccionar a sus chicos sobre la que sería la última jugada del partido. A falta de 4 décimas de segundo, salieron los triplistas (Robles, Risacher, Hunter) acompañando a Triguero. Pero no pudo ser… El marcador se apagó con 70-73… Y la cabeza muy alta.
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