Manolo Bumbury: “Tengo baloncestitis”

Lunes, 19/11/2007 - 01:00
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El speaker del Polaris World C.B. Murcia es uno de los más famosos de la Liga. Desde su experiencia, resalta la importancia del público y afirma que los aficionados murcianos “son incondicionales, además de los más guapos de toda la ACB”


Se llama Manolo Bumbury y es uno de los speakers más polémicos de toda la Liga Española. El año pasado llegó a ser expulsado del Palacio de Deportes en dos ocasiones. “Reconozco que en el partido contra el Etosa me pasé. Pero es que nos jugábamos el descenso, era prácticamente una final y había que ganar como fuese”, afirma. Y es que ese día llegó a subirse a la mesa. “Casi me tienen que esposar para sacarme”, explica entre risas. A pesar de todo, los propósitos de Bumbury eran buenos: “Lo único que pretendía era dar aliento a la afición para que se metiese más en el partido”. Y es que el público no se percata del papel que juega en un encuentro: “Cuando el aficionado está caliente, guerrero, el trío arbitral se lo piensa dos veces a la hora de pitar y se vuelve un poquito más permisivo”.

Desde entonces se ha convertido en un hombre muy conocido. “Después del choque con el equipo alicantino me encontré con niños que me decían que querían ser como yo y gente que me pidió autógrafos”. Por ello, este encuentro se convirtió en uno de los más emotivos para él: “Es uno de esos partidos que tengo guardados en un rinconcito de mi corazón”. Al día siguiente, su actuación protagonizó las páginas de los diarios deportivos más importantes de España: “Salí en el Marca, en el As y en muchos periódicos más. En los dos últimos encuentros me convertí en el speaker más popular de la ACB”.

Con toda esta variedad de grandes experiencias, no es de extrañar que Bumbury adore su profesión. “Disfruto como un enano”, mantiene. Además, siempre ha sido una gran aficionado al baloncesto y un seguidor incondicional del Polaris World C.B. Murcia, incluso afirma entre risas que tiene “baloncestitis”. De hecho, su carrera comenzó por casualidad: “Un fin de semana me llamaron para suplir al antiguo speaker y desde entonces estoy aquí”. Dada su gran afición y su carácter extrovertido, se divierte muchísimo ejerciendo su quehacer y sólo lo pasa mal cuando se encuentra con partidos en los que “se está jugando bien, pero la pelotita no quiere entrar”. Reconoce que, en esos momentos, se siente un poco incómodo.

A partir de su conocimiento de este deporte, afirma que este año ve al equipo “un poquito más compensado que en la temporada pasada”. Explica que aún falta algo de rodaje, que los jugadores americanos “se adapten a la ACB” y “se den cuenta de que aquí los empujones y los agarrones en seguida los pitan, no como en la NBA”. El animador tiene grandes esperanzas en el equipo en el que trabaja: “Creo que vamos a ser imparables”.

Pero una buena plantilla no es suficiente para alcanzar la victoria. El speaker polarista vuelve a hacer hincapié en la relevancia de la afición: “En los últimos partidos de la temporada pasada, el público fue el principal protagonista. Gracias a su apoyo y al buen hacer de los jugadores hoy en día seguimos en Liga”. Define a los abonados de Murcia como “soberanos” y “deportivos”. Reconoce que “les cuesta arrancar”, pero que una vez están metidos en el partido “son impresionantes”. Bumbury explica que los seguidores polaristas son “incondicionales, además de los más guapos de toda la ACB”.

Cuando habla de sí mismo, el speaker expresa que está “jodidamente loco”. Es por ello que no tiene que hacer ningún esfuerzo para ejercer su profesión: “Vergüenza, ¿qué es eso?”. Su carácter salado, resuelto y espontáneo es innato. “En la vida hay que tener un punto de locura, si no, sería muy aburrida”, apunta. Tras esto, se ríe cantando una conocida canción de Alaska: “Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré…”, entona.

Debido a su fuerte personalidad, no conoce el miedo escénico. “Cuando me encuentro ante un Palacio de Deportes lleno, solo y con un micrófono me siento Julio Iglesias o David Bisbal”, bromea. Compara esa sensación con la de un paracaidista que “ha saltado cien veces pero que siente la impresión siempre que mira al vacío”. Mantiene que todo es “empezar a andar, ponerse las pilas y… ¡al ataque!”.
fuente

Polaris World C.B. Murcia