Manolo Hussein, UN HOMBRE CON HISTORIA

Jueves, 15/02/2007 - 01:00
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Pablo Checa, periodista canario del periódico La Provincia / Diario de Las Palmas, relata a continuación la importancia de la figura del actual técnico del Polaris World Murcia en la trayectoria de la entidad que le dio la alternativa como entrenador ACB: el CB Gran Canaria.

La historia ACB del CB Gran Canaria no se concibe sin la presencia del actual primer entrenador de vuestro club, Manolo Hussein. El mérito no solo está en haber ascendido dos veces a nuestro equipo a la ACB, sino en que lo convirtiera en un equipo sólido y consolidado en la mejor liga de baloncesto de Europa; sin duda, habrá un antes y un después de Manolo Hussein.

Pasaron muchas cosas antes de que Manolo ocupara el puesto principal en el banquillo local del Centro Insular de los Deportes, cancha de juego del CB Gran Canaria. El equipo, que antiguamente disputaba sus partidos en el pabellón de Tamaraceite, una coqueta localidad en el centro-norte de la Isla, debutó en la ACB en la temporada 1985-1986, al término de la cual descendió a la ya desparecida Primera B. Permaneció dos años en el “pozo”, volviendo a la ACB en el curso 1988-1989, ya con Manolo Hussein en las labores de segundo entrenador de Joaquín Costa. Poco tardaría Hussein en conseguir el puesto que durante tantos años ocupó, puesto que la temporada siguiente, tras una dura derrota en la jornada 24 ante el Taugrés, sustituyó a Costa como entrenador del primer equipo.

Fue aquella una temporada dura, puesto que acabar en la 23ª posición solo tenía un destino posible: el descenso. Sin embargo, la buena labor del grancanario al frente del equipo de su tierra hizo que la directiva confiara en él, y en la temporada 1990-1991 consiguió su primer ascenso a la ACB. Sin embargo, el Gran Canaria no podría “quitarse” el disfraz de equipo ascensor, y al finalizar la temporada 1991-1992 volvió a perder su plaza en la mejor liga de baloncesto de Europa. Parecía que la época de Hussein en el CB Gran Canaria tocaba a su fin, pero nada más lejos de la realidad.

DURA TRAVESÍA. Fue dura la travesía del desierto para el Club las tres siguientes temporadas. Fueron dos ligas seguidas en Primera División, y el anhelado ascenso siempre se escapa por diversas razones. En el tercer curso, una vez entró en escena la Liga EBA, parecía que nada iba a cambiar… hasta que apareció de nuevo Manolo Hussein. El poco crédito del que disponía Roberto Orellana le quedaba poco tiempo de vida, por lo que la directiva del Gran Canaria volvió a recurrir a la figura de Hussein, que por entonces se encontraba dirigiendo, en la misma categoría, al Tecnur CABA Albacete. Corría la temporada 1994-1995 y, tras una memorable fase de ascenso, en Gijón, el equipo regresó a la ACB para, hasta la fecha, no abandonarla. Y no parece que vaya a cambiar dicha situación.

CONSOLIDACIÓN. La segunda etapa de Manolo Hussein en el CB Gran Canaria fue sin duda la de la consolidación en la ACB. Lo que hasta la fecha parecía más un bonito sueño que una durísima realidad comenzó a sentirse como próximo y posible: que fuera una entidad respetada y, sobre todo, consolidada en dicha competición. En la temporada 1995-1996, primera de esta segunda etapa de Manolo al frente del Gran Canaria, el equipo finalizó 14º, pero lo que más destacó era precisamente la sensación de no ser una mera comparsa en una competición en la que hasta entonces se dudaba del nivel de nuestro equipo. Desde entonces, el futuro del equipo cambió para siempre. Con Hussein al frente y un ex jugador suyo, Berdi Pérez, comandando las operaciones deportivas, llegaron a las isla tres norteamericanos que, también imprescindibles como Hussein en esta etapa de consolidación, se ganaron para siempre un hueco en el corazón baloncestístico de los aficionados canarios: John Morton, Albertt Burdit y Shaun Vandiver.

Con Hussein al mando también consiguió el Gran Canaria los que fueron sus mayores logros hasta aquel entonces: disputar la Copa del Rey y los play off por el título (1999-2000). Permaneció en el club dos temporadas más, hasta que en la 2002-2003 fichó por el ya desparecido CB Cáceres.

Suman ya cinco años desde su despedida del Centro Insular de Deportes, pero su recuerdo sigue muy presente (la ovación que recibió esta temporada del que durante tantos años fue su público así lo demuestra). Algún día volverá a la cancha que le vio “nacer”, pueden estar seguros.
fuente

Pablo Checa